El Padre Cuellar y su gran legado en Guadalajara
| |Roberto Cuellar García, conocido como el “Padre Cuellar”; era originario del estado de Durango y nació un 28 de septiembre de 1896. A los quince años de edad, en 1910 ingresó al Seminario Salesiano de su estado natal.
Cuatro años después viaja a la ciudad de México para concluir sus estudios en Teología.
El 26 de septiembre de 1923 fue ordenado sacerdote y trascurrido tres años, ingresó a la compañía de Jesús por lo que viajó a Estados Unidos y Europa para realizar sus estudios.
Al finalizar su etapa de preparación, en 1933, fue enviado a Guadalajara para trabajar en el Instituto de Ciencias.
“En la capital de Jalisco se desempeñó primero como maestro de gramática y literatura española en el Instituto de Ciencias”.
Ciudad de los niños del padre Cuellar
La Ciudad de los niños, es una de las instituciones altruistas más importantes de la historia de Jalisco.
Esta gran obra, el Padre Cuellar la inició en 1934, cuando en el patio de una casa, empezó a dar asilo a muchachos necesitados de la clase obrera y a niños indigentes que deambulaban, especialmente por el barrio de San Juan de Dios.
Rentó después una casa más grande para darles albergue y así nació en Guadalajara la Ciudad de los Niños, A. C.
Esta casa, fue el resultado de un espíritu altruista y del amor por la niñez y la juventud desamparada.
Ciudad de los Niños del Padre Cuellar
Pedro Javelli, René Cuzin, Augusto Brun, José Aguilar Figueroa y Salvador Vergara apoyaron a “Don Rober”, como le llamaban cariñosamente, para comprar el terreno donde ahora se ubica la Casa de los Niños, al poniente de la zona metropolitana en la colonia Chapalita del Municipio de Zapopan.
Lo más importante de esta obra es que el padre Cuellar no sólo se dedicó a dar asilo a niños sin hogar, sino que se preocupó por darles los elementos suficientes para que se valieran por sí mismos.
Es decir, les proporcionó educación básica y capacitación para un oficio, e incluso a los pequeños que no tenían ningún antecedente familiar les dio su nombre.
El padre Cuellar murió el 24 de Octubre de 1970 en Guadalajara, la ciudad que lo adoptó como uno de sus hijos más distinguidos.
Con información de Carlos H. Loza/ Ciudad de los niños
Estudie hasta el 2do grado de.primaria en la escuela de San Juan Bosco, en Guadalajara e ingresé al Colegio Juan María Salvatierra, integrante de Ciudad de los Niños del Padre Roberto Cuellar García, al 3er año, allá por el año ’56, para lo cual a mi Madre le habían comentado, que para tener derecho a ingresar a dicho colegio, debía ser huérfano y trabajar, aunque fuera medio turno en algún taller, por lo que mi Madre me inscribió demostrando que mi padre simplemente habia desaparecido de nuestra casa, viviamos en unas casitas que alguien había construído donde ahora está la clínica 3 del IMSS, y yo trabajaba como aprendiz de zapatero, medio turno en un taller ubicado en la calle 34 y Dionisio Rodríguez, y me pagaban $ 5.00 a la semana, por lo que me.aceptaron de inmediato e ingresé a clases al inicio de septiembre, en el mes de mayo, del siguiente año, tiempo de exámenes, Para pasar al cuarto año, mi Madre simplemente al amanecer y yo despertar ya no estaba en casa, yo diariamente, antes de ir a trabajar llevaba a moler un poco de nixtamal a un molino a unas 4 calles de donde viviamos, por lo que ese día pense que.mi madre habia ido al molino, pero al mirar en.la cocinita que aún estaba el nixtamal, procedí a llevarlo al molino, donde me cobraban .20 Cts. Pol la molida, al regresar, ya con la masa, no estaba mi Madre, y ella vendía nieve raspada, y con.mermeladas de frutas y algunos dulces en la banqueta, en el ingreso de.esa vecindad, por lo que procedí a pedirle a mi hermanito, menor que yo en 3 años,, quien tenia entonces 6 años, que me ayudara a sacar las 2 mesitas y luego el.solo sacara los dulces, frutas y mermeladas para al rato salir yo a vender, mientras yo preparaba algo para desayunar, yo pronto cumpliría 10 años; pasó ese día y otros más y mi Madre había desaparecido, por lo que yo ya no pude asistir a mi escuela, del Padre Cuellar, ni a presentar los exámenes, á la siguiente semana de.la desaparición de mi Madre, una tarde me presenté en esa Escuela a explicar el porqué había dejado de ir y es que yo había quedado al pendiente de la venta diaria de la nieve y demás, y al cuidado de.mi hermanito y otras 2 hermanitas más menores, Yolanda de 3 años y María Purificación de apenas unos 8 meses, en la escuela me presenté con.la directora, Maestra Rosita, de quien.no recuerdo sus apellidos, de principio me regañó, pero al explicarle los motivos, me pidió fuera con nuestro director Espiritual, el Padre FRANCISCO JAVIER QUINTANA, a quien de nuevo explique.los motivos de mi ausencia, y tambien le dije que yo necesitaba acudir al mercado de San Juan De DIOS, a conseguir, algo de dinero, con algunos amigos de mis Padres, quienes tenían puestos de venta, de varios productos, aunque mi Padre ya no estaba con nosotros, para surtir frutas, dulces y comprar otro cepillo con que raspaba el hielo, para la nieve, ya que el que tenia, estaba en.muy malas condiciones, yo llorando y al momento de comentar lo anterior al Padre Quintana, se metió la mano a la bolsa de su pantalón y me entregó un billete de $ 20 y como alcance a.mirar que sólo eso traía el Padre, al principio rechacé tomar el billete, sin embargo al Él insistir y aconsejarme que lo necesitaba, ya lo tomé, y me dijo el Padre que cuando mi Madre apareciera, alli estaba mi lugar en.la Escuela; en ese 3er año mi Maestra era una señorita muy Hermosa, quien se.llamaba Carmelita, se me hacía tan bella, porque se parecía a Santa Teresita del Niño Jesús y era muy fina en su trato a todos los niños, fuí al mercado con un amigo de mis Padres que vendía herramientas y me.regalo un cepillo nuevo, un cuchillo para la fruta, varias cucharas y unos platos y varios pocillos de peltre y $ 50, luego me presenté con otro Amigo y me regaló también $ 30, con.lo que me dirigí a comprar frutas para las mermeladas y frijol, arroz, lentejas y verduras para las comidas de nosotros 4. Mi Madre llegó llorando a la casa hasta los primeros dias de julio
y llorando todos nosotros también, no dijo que había tenido “una mala cama”, sin saber a que se refería, aunque años después nos explicó que fué un tumor, y se había ido al hospital civil, donde la operaron y había quedado internada ese tiempo. Un día soñé un pequeñito libro, como de
¹0. X .08 Cms. Lleno de puras abreviaturas, com por Ejem. Mty, N.L., S.A., S.P.R. y C.V. Cd. etc., Me presenté junto con mi Madre en la escuela para la inscripción, pero no me aceptaron por no haber hecho los examenes correspondientes, por lo que le dije a la Maestra Rosita, que yo había hecho todas mis tareas, que me pasaba otro niño vecino del barrio, quien se.llamaba Alberto Ruiz, luego la Maestra Rosita le pidió a una Maestra llamada Martha, a quien.yo conocía solo de vista que me hiciera una prueba para 4to grado, mi sorpresa y AGRADECIMIENTO a DIOS fue mayúsculo, porque después de preguntarme sobre aritmética, Gramatica Española, civismo, historia, etc. Me prestó un librito, igualito al soñado esa noche antes, y leyera de corrido todas las abreviaturas; me aceptaron en el 4to año.