La Leyenda de la ‘Tumba de las Rosas’ de Guadalajara
| |El Panteón de Belén siendo uno de los más tradicionales y antiguos de Guadalajara, guarda un gran número de mitos, historias y leyendas de todos los personajes quienes descansan desde hace más de un siglo en este lugar y que durante sus vidas tuvieron un trágico destino.
Dentro del panteón existe una tumba de la cual nacen flores de manera insólita, y este lugar pertenece a una señora cuya historia se remonta a principios del siglo XX.
La leyenda:
Era un día como cualquier otro en Guadalajara, mientras una señora caminando por el campo tropezó con algo en el suelo. Miró hacia abajo aquello que estorbó su caminar y encontró a sus pies un crucifijo roto. En ese momento lo recogió y lo llevó a su casa, allí lo puso en su sala, llenándolo de flores y de veladoras, y así fue como siempre trató la señora al Cristo roto.
Nunca le faltó ni una rosa y siempre le ponía una veladora, y así llevo su vida hasta que un día enfermó de gravedad. El doctor determinó que no se podía hacer nada, mientras que su familia triste a su lado, escuchaba como la señora les decía “no lloren, pues el señor me dijo en un sueño que, así como lo recogí y lo llené de flores ahora él llenaría de flores mi tumba y nunca habrá día en que me falten flores como a él no le faltaron”.
Y así fue, la señora falleció y un par de días después comenzaron a salir flores sobre la tumba, pero de una forma peculiar. En vez de crecer y salir hacia arriba, las flores conformaban dos salientes que parecían proteger en un constante abrazo la tumba de aquella señora. Hasta hoy no hay día en que falten flores en la tumba de esa generosa señora.
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