La leyenda de “El Puente de las Damas”: Sitio secreto de Guadalajara

Este lugar se encuentra en sobre la calle Colón, casi al cruce con avenida La Paz, en el barrio de Mexicaltzingo.

Bajo el barrio de Mexicaltzingo se conserva integro el Puente de las Damas, aquella construcción que se narraba como leyenda urbana y que ahora es pieza clave en la historia de Guadalajara.

Del Puente de las Damas se sabe poco, históricamente es parte del sistema de puentes que existían en el antiguo y original trazo de la ciudad de Guadalajara. Es bien sabido que todas las ciudades antiguas se fundaron alrededor de ríos, lagos o lagunas.

El terreno geográfico donde se fundó la urbe tapatía contaba con grandes extensiones de barrancas pequeñas y afluentes de arroyos, como el arroyo del Arenal. Estas características obligaban a sus habitantes de un lado y del otro de San Juan de Dios a quedar aislados en la temporada de lluvia.

Los habituales intercambios de trabajo, víveres y servicios que los habitantes habían establecido de manera cotidiana se veían interrumpidos por las grandes cantidades de agua que bajaban del Cerro del Cuatro y que se distribuían en el río de San Juan de Dios y el arroyo del Arenal.

Las conexiones entre cada rincón de estas ciudades tenían que ver con los puentes que permitían tener acceso de forma rápida de un extremo a otro y es por eso por lo que entre 1790 y 1798 se comenzaron a construir los primeros puentes coloniales que sirvieron como medio de comunicación entre las dos zonas más pobladas de la ciudad. Fue en esta época que se presume se construyó el Puente de las Damas.

La leyenda

“La historia no verificada cuenta que fue un grupo de damas católicas las que pagaron la construcción del puente. Estas mujeres eran muy devotas y cercanas a Fray Antonio Alcalde y continuamente acudían a una iglesia del lado sur de la ciudad a venerar a un Cristo que se presumía muy milagroso. De esta actividad fue que surgió la idea para poder cruzar el río siempre que quisieran”.

Este puente fue de gran utilidad en la época Colonial, con 12 metros de ancho por 50 metros de largo, la capacidad y funcionalidad de este enlace era de vital importancia para la ciudad entera.

“El Puente de las Damas fue la solución arquitectónica para vincular dos zonas sin depender si había agua o no”, cuenta Ignacio Gómez Arriola, arquitecto y supervisor del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

En el siglo XIX la ciudad comenzó a comerse los terrenos que estaban en las barrancas. Los antiguos constructores buscaron la manera de emparejar los terrenos y recurrieron a llenar los vastos espacios con tierra y arena para tener un espacio llano donde construir nuevas habitaciones y comercios. La barranca del barrio de Mexicaltzingo se volvió un canal y para el siglo XX este canal fue cubierto en su totalidad dejando enterrado y en el olvido uno de los más famosos puentes coloniales.

El descubrimiento

En 2016, en obras financiadas con recursos públicos, se inició una intensa labor de remozamiento y mejora de las vialidades del municipio de Guadalajara. La idea era que para diciembre de 2016 una nueva placa de concreto estuviera instalada y funcionando en la calle Colón, en el antiguo barrio de Mexicaltzingo.

“Nosotros (como parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Jalisco) nos enteramos de estas obras y por medio del SIOP (Secretaría de infraestructura y obras públicas) informamos de lo que pensábamos podría estar debajo de la carpeta asfáltica.

La SIOP fue cuidadoso al momento de remover el asfalto se encontraron con  los vestigios casi intactos de este puente colonial”, de acuerdo con Gómez Arriola.

Con información de El Ciudadano Jalisco, Guadalajara mi destino e Informador

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