Llamarse ‘Kevin’ es sinónimo de discriminación en México

Foto de Instagram @MexicanoMx

Tanto en México como en Alemania llamarse Kevin es sinónimo de un nivel social y económico más bajo, de menos escolaridad, menos oportunidades. 

En internet hay un término conocido como “Kevinismo”, en inglés “Kevinism”, que no es otra cosa que la discriminación que sufren las personas en algunas partes del mundo por llamarse Kevin. 

Sin embargo, el nombre de Kevin no solo es mal enjuiciado en México, si no también en otras partes del mundo. Resulta que en el 2009 se publicó un estudio publicado por la Universidad de Oldenburg en Alemania, en el que se revelaba que  los estudiantes con nombres de origen anglo o afroamericano, eran discriminados por sus profesores a diferencia de aquellos y aquellas que tuvieran un nombre alemán.

El estudio firmado por Astrid Kaiser, determinaba una serie de prejuicios en relación al comportamiento del estudiante y su nivel socioeconómico. 

Es decir, que si una niña se llamaba Mandy y un niño Kevin, serían objeto de prejuicios bastante dañinos. Sólo por su nombre.

Asimismo, en Alemania relacionan los nombres como: Chantal, Mandy, Angelina, Justin, Maurice y Kevin, sobre todo este último; a personas de mal comportamiento o a una clase trabajadora.

¿En México hay Kevinismo?

En México , los nombres más famosos eran: Juan, José y María. No obstante, desde hace ya varias décadas, esos nombres se cambiaron por Kevin, Brayan y Britany (que cargan con el estigma de un nivel socioeconómico bajo relacionado al lugar de residencia, la vestimenta, el lenguaje, nivel de escolaridad y ocupación).

Prejuicios en México por el nombre Kevin o Brayan

Cuando mencionan el nombre de Kevin o Brayan rápidamente las personas suelen hacer prejuicios sobre ellos:

“El Kevin” tiene bendiciones desde temprana edad, dejó la escuela, se dedica a delinquir, habla “ñero”, vive en los barrios más bravos de la ciudad, es fiel de San Judas Tadeo, es moreno, se peina con mucho gel y se viste de cierta manera.

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