La ciudad en que más tiempo pasó en ese Mundial del 70, fue la Perla Tapatía.

Edson Arantes do Nascimento mejor conocido como Pelé hizo de la Perla Tapatía un segundo hogar, la ciudad que lo enamoró y lo cobijó en el momento cumbre de su carrera: la obtención de la Copa del Mundo en el Mundial México 1970.

La capital jalisciense fue designada como la sede de la Canarinha y de ahí no se movieron hasta que fue necesario disputar la final en el Estadio Azteca, en la Ciudad de México.

“Un país que no puedo olvidar por el cariño, por la atención que me dieron y por como me trataron“, dijo Pelé.

Asimismo, gente de la época recuerda como los aficionados se abalanzaban a los brazos de los jugadores brasileños.

La relación entre el pueblo tapatío y la selección de Brasil fue un fenómeno pocas veces visto en Guadalajara.

Ya que, más allá de que el tapatío y el mexicano en general, se caracterizan por ser atentos y amables con el extranjero. En este caso en particular, fue recíproco el cariño entregado a los brasileños, ellos devolvieron tanto en la cancha como fuera de ella.

Origen de Plaza Brasil

Como fiel testigo quedó de aquella visita, en la que se enamoró Pelé de Guadalajara , fue el monumento conocido como “Plaza Brasil”, el cual fue ubicado frente al Estadio Jalisco, sobre la Calzada Independencia.

Esta escultura, obra del escultor Miguel Miramontes, quedó como testigo amor entre Pelé, la selección brasileña y el pueblo de Guadalajara.

En el 2008, Pelé volvió a Guadalajara para recibir un homenaje en el mismo Estadio Jalisco, donde escribió su nombre con letras de oro tras aquella actuación en México ’70.

El astro brasileño considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia falleció el 29 de Diciembre 2022.