Recordar es volver a vivir, y muchos tapatíos recordarán muchas anécdotas e historias que vivieron en los antiguos trolebuses de Guadalajara, esos que daban “toques” durante la temporada de lluvias y que en muchas ocasiones llegaban a fallar, no sin antes pasar por una divertida o estresante experiencia.

La historia de los trolebuses en Guadalajara comienza desde principios del siglo XX cuando se introdujeron diferentes modelos de transporte a la ciudad. Sin embargo, fue hasta mediados de la década de los 70’s cuando comenzó la expansión de este sistema de transporte con el inicio de las obras subterráneas que años más tarde sería la Línea 1 del Tren Ligero, la cual inició con trolebuses por falta de presupuesto.

A partir de los años 80’s, el sistema del trolebús se consideró como el transporte más rápido y eficiente de la ciudad, por ser en ese entonces un transporte con modernas unidades que cubría la alta demanda de la ciudadanía y se trasladaba a mayores distancias de la Zona Metropolitana.

En la década de los 90’s, la línea de los trolebuses continuó su expansión con la apertura de nuevas rutas y las modificaciones del transporte tras la llegada del Tren Ligero en 1989, la cual representó una modernización para la ciudad en aquel momento.

Con la llegada del nuevo milenio, el sistema de trolebuses comenzó una etapa de decadencia por falta de atención y mantenimiento a las unidades, las cuales ya tenían una existencia mayor a los 15 años y representaban un peligro por sus continuas fallas.

Finalmente este sistema de transporte fue modernizado desde el año 2015, y actualmente Guadalajara cuenta con las unidades de trolebús mejor equipadas del país.