Una casa perteneciente al barrio de Mexicaltzingo, fue el escenario de hechos sobrenaturales.

En mayo de 1922, en un inmueble con el número 480 y ubicada en avenida Colón, se observaron cosas que pueden resultar tenebrosas. La casa era propiedad de una familia de apellido Cueva, la cual databa del siglo XIX y contaba con varias habitaciones y un par de patios.

Una de las historias que llamó la atención de esta casa fue que por la noche, comenzó a caer una lluvia de piedras sobre el patio sin que fuera posible determinar su procedencia.

Asimismo, los habitantes de la casa pensaron que era una broma , pero dos días después escucharon ruidos extraños en la azotea que los asustaron.

Por lo que los rumores de la existencia de espíritus extraños en la ciudad atrajeron a reporteros a cubrir los hechos sobrenaturales.

En este sentido, los reporteros fueron testigos de una segunda lluvia de piedras que casi hizo víctima a uno de ellos, por lo que denunciaron el hecho a las autoridades.

Ante esto, el presidente municipal José Guadalupe Zuno y gendarmes también asistieron al lugar para tratar de averiguar el origen del fenómeno de la lluvia de piedras.

El alcalde de la época y sus acompañantes subieron a la azotea, pero la lluvia de piedras continuaba, siendo imposible determinar el origen de las que las piedras.

La lluvia de piedras del 19 de mayo de 1922 concluyó alrededor de las 12:00 p.m. y tuvo una duración de cuatro horas.

El Agente del Ministerio Público dictaminó que fue un fenómeno anormal, ya que era imposible que una persona lanzara una piedra a grandes distancias.

Con información de Carlos H. Loza/Sucedió en Guadalajara