Una casona antigua y elegante que destaca por su arquitectura ecléctica en el tradicional barrio de El Santuario, es una de las construcciones antiguas que aún se conserva en perfecto estado a sus más de 120 años.

La Casa del Ferrocarril fue construida en 1888, cuando Guadalajara se encontraba estrenando el sistema de transporte del ferrocarril, mientras que la moda europea se manifestaba por la ciudad, especialmente en los estilos arquitectónicos en aquella época.

Esta mansión fue mandada a construir por la empresa Ferrocarril Central Mexicano, con el propósito de hospedar y entretener a clientes y visitantes, pues Guadalajara ya destacaba por ser una gran ciudad de negocios, mientras que los grandes proyectos de urbanización se comenzaban a gestar.

Durante esa época, el barrio de El Santuario era una zona de clase media alta, cuyas casas ostentaban estilos arquitectónicos afrancesados, neogóticos y neocoloniales, siendo la Casa del Ferrocarril la que rompía el esquema de construcción por su forma cilíndrica y su altura, siendo para aquel tiempo la más alta del barrio. Sin embargo, el espacio del terreno era más pequeño que el promedio de las casas.

Actualmente la casona se mantiene habitada y es una de las más singulares en todo el barrio de El Santuario, el cual en los últimos años se ha ganado la fama por el comercio ilegal de medicinas.

Ubicación: Contreras Medellín 556, esquina con Hospital.