En la mitología romana, Minerva es la diosa de la sabiduría, la estrategia militar, la guerra, la civilización, las ciencias, la navegación, la justicia, el estado, la educación, la medicina, el comercio, las artes, la victoria, la habilidad, los héroes, la fuerza, el coraje, la industria, los inventos, el desarrollo, los oficios y la paz, además de ser la protectora de Roma y la patrona de los artesanos.

La mítica figura que posee todas estas virtudes fue elegida para ser el monumento representativo de la capital de Jalisco, una ciudad que por su gran historia y desarrollo poseía las virtudes de esta diosa romana.

Su historia y evolución en Guadalajara

A principios de los años cincuentas el único monumento a las afueras de Guadalajara eran los Arcos que representaba el ingreso principal de la Perla Tapatía por la Avenida Vallarta. A su alrededor todo era como un desierto, con un paisaje despoblado y con poca vegetación.

Con el crecimiento de la ciudad, el gobernador Agustín Yañez mandó a construir una enorme glorieta con una estatua que representara a la diosa Minerva para custodiar simbólicamente a Guadalajara.

Luego de su construcción en 1957 la figura de la Minerva fue criticada por los tapatíos, ya que no poseía una estética perfecta como para representar a una diosa.

Sin embargo, con el paso de los años la escultura fue aceptada y se convirtió en uno de los lugares favoritos para fotografiar por la belleza de sus fuentes.

La Minerva pasó a ser un referente clásico de Guadalajara, por lo que la población comenzó a crecer a sus alrededores, convirtiéndose en una zona turística privilegiada.

A partir de la década de los ochentas, grandes hoteles y centros comerciales comenzaron a establecerse en la Zona Minerva.

La Minerva en 1991 continuaba con el crecimiento de la infraestructura turística a sus alrededores.

A principios del 2000, la glorieta de la Minerva ya había pasado por diferentes remodelaciones en su fuente y jardines, incluyéndole pasto y agaves como buena representación jalisciense.

Actualmente es un deleite apreciarla como monumento tapatío y su fuente es aún más espectacular de noche por su impresionante juego de luces.

La Minerva aparte de ser un icono turístico de Guadalajara, es también un clásico punto de reunión y celebración para los tapatíos.