Los famosos birotes de la central son los más reconocidos en Guadalajara, que se han ganado su buena fama y popularidad a través de los años, por lo que ahora forman parte de una tradición tapatía.

Esta tradición comenzó en las Nueve Esquinas, donde antiguamente se encontraba la central vieja, por lo que las personas que viajaban constantemente se acostumbraron a comprar el birote para llevarlo a sus destinos y disfrutar de un pan único de la Perla Tapatía.

Su gran tamaño y textura los hace inconfundibles, por lo que este pan no sólo ha sido comprado por los tapatíos, sino también por turistas nacionales e internacionales, y llevado hasta países europeos.

Actualmente se ubican en la calle 5 de Febrero y Dr. R. Michel, donde ahora se encuentra la central vieja.