Tras la salida de las autoridades republicanas durante la Intervención Francesa en México, el 6 de Enero de 1864 el Ejército Francés al mando del general Aquiles Bazaine tomaron la ciudad de Guadalajara.

Asimismo, ninguna comisión oficial acudió a recibirlo, e incluso el eclesiástico José Luis Verdía se negó ordenar que repicaran las campanas de la Catedral en señal de júbilo, porque “veía con dolor profanar el suelo mexicano”.

Al día siguiente fue instalado como prefecto del Departamento de Jalisco el general Rómulo Díaz de la Vega, y se declaró a la ciudad en estado de sitio.

Por lo general, el estado de sitio se asemeja a la situación de guerra, en donde se otorgan facultades extraordinarias a las fuerzas de seguridad para la represión. De esta forma se intenta garantizar la paz social y evitar los estallidos de violencia.

El 25 de ese mes el Tribunal de Justicia del Departamento de Jalisco en sesión extraordinaria levantó el acta de adhesión al Imperio Mexicano encabezado por Maximiliano de Habsburgo.

Con información de UDeG