Nuestra espectacular e imponente Catedral de Guadalajara es una de las obras arquitectónicas eclesiásticas más bellas de México, así como la más grande en el estado de Jalisco, la cual ha pasado a formar parte de la imagen representativa para la Perla Tapatía, así como los agaves y la Minerva.

Diferentes publicaciones en revistas de turismo y sitios web han posicionado a la Catedral de Guadalajara como una de las más importantes en México, la cual es un punto de referencia obligado para los turistas extranjeros que visitan nuestro país.

La Catedral de la Asunción de María Santísima es el nombre original de la Catedral Metropolitana y se ha ganado el reconocimiento nacional e internacional a través de sus siglos de historia.

Actualmente las revistas Discover México y México Desconocido la han posicionado como la cuarta más bella de México, sólo superada por las catedrales de la Ciudad de México, de Puebla y Morelia. Sin embargo, para los tapatíos seguirá siendo la número uno.

La historia de la Catedral de Guadalajara comienza en 1561, cuando fue mandada a construir por el Rey Felipe II de España con la finalidad de que fuera uno de los sitios religiosos más importantes de la Nueva España.

Sin embargo, las dificultades de la época hicieron que la construcción se demorara cerca de 50 años en ser concluida. No obstante, el resultado valió la pena, y el gran templo fue concebido como una gran obra de arquitectura, la cual estuvo a cargo del Arq. Martín Casillas.

Actualmente es uno de los mayores atractivos del Occidente de México.